Manejando de regreso a casa estas vacaciones, vi un Toyota accidentado en el borde de la autopista y no pude evitar pensar “Es una trampa!” recordando el famoso comercial de Toyota (click aquà para verlo en YouTube).
En este comercial, el malo de la pelÃcula se disfraza como una bella modelo en apuros, accidentada al lado de la carretera en su Toyota Corolla, pero es descubierta cuando sus victimas se percatan de que el auto es un Corolla y estos “no se accidentan.”
Toyota aprovechó la impecable reputación de su Corolla para crear este comercial. Lo interesante es que el comercial vino una vez que la reputación existÃa y no para crear esta reputación. Esta estrategia solidifica la reputación de Toyota como una marca confiable.
El caso contrario, tratar de convencer al cliente de una supuesta caracterÃstica de nuestro producto casi nunca funciona (ver el caso de Wal-Mart y su blog) y menos ahora que estamos todos conectados, cualquiera puede montar una página web y nuestras quejas llegan a millones de oÃdos en un click.
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