La Privacidad como Moneda


Alex Rudloff escribe un interesante artículo (en inglés) sobre el uso de nuestra privacidad como moneda, pudiendo cada quien intercambiar partes de su privacidad por servicios.

De esta forma podemos indicarle a Facebook nuestra fecha de cumpleaños a cambio de que nuestros amigos estén al tanto y puedan felicitarnos. A mint podemos contarle nuestros hábitos de consumo personales a cambio de información y recomendaciones para ahorrar. A LinkedIn le informamos en dónde trabajamos y así podemos conectarnos con nuestros colegas. A Google le permitimos almacenar nuestros correos, a cambio de la comodidad de tener acceso a ellos desde cualquier conexión. A Amazon le dejamos estudiar nuestros gustos a cambio de mejores recomendaciones. Y así sucesivamente.

Lo interesante de este modelo, es que es dinero renovable. A cambio de la misma información podemos obtener múltiples servicios, siempre y cuando uno de los proveedores de servicio no comparta nuestra información.

Cuando un proveedor de servicios decide compartir nuestra información sin nuestra autorización, esta pierde valor. ¿Si todos los websites conocen nuestra fecha de nacimiento, por qué darnos algo a cambio de ella?

En el caso particular de Facebook, ya han violado la privacidad de sus usuarios en dos ocasiones. Pero al parecer, el servicio que ofrece Facebook, o mejor dicho, el valor que obtienen sus usuarios es lo suficientemente alto para que la mayoría permita estos abusos. Eso, o simplemente no se dan cuenta de lo que está ocurriendo.

Cuando activaron el Mini-Feed, Facebook compartió información de las actividades de sus usuarios con el resto de sus amigos en Facebook. Y ahora con el caso del Beacon, Facebook y sus socios comerciales compartieron información entre ellos sobre las actividades de los miembros de Facebook en otros websites.

En ambas ocasiones Facebook ha recapacitado, explicado y ofrecido una solución. Pero también en ambas ocasiones Facebook ha preferido comenzar con la versión más abusiva de la privacidad de sus usuarios, rectificando solamente después de una reacción de estos.

Es sólo cuestión de tiempo para que los datos de más de 50 millones de usuarios estén comprometidos. Y entonces nuestra privacidad se habrá devaluado.